La historia de Ellie N.
Ellie disfruta cantar y tocar la guitarra. A ella le encanta estar rodeada de gente y se identifica con orgullo como miembro de la comunidad LGBTQ+. Alrededor de los 35 años, a Ellie le diagnosticaron asma. Ellie nunca fumó pero trabajó de barman en un bar donde se permitía fumar. El médico le dijo que sus ataques de asma fueron desencadenados por el humo de segunda mano, es decir, inhalar el humo del cigarrillo de otras personas. Ella se acuerda que tuvo su primer ataque de asma en 1990. “Tenía dificultad para respirar. ¡Fue espantoso!”. Después de varias visitas al hospital y de consejos de su médico, sintió que no tenía más opción que dejar su trabajo y encontrar uno en donde no estuviera expuesta al humo de segunda mano.
Aunque ahora se siente mejor, A Ellie le dio tristeza tener que dejar un trabajo que le encantaba. “Todos merecen trabajar en un lugar libre de humo”, dice ella.
La biografía de Ellie N.
Ellie se describe como una persona de 5 pies de estatura y una personalidad de 10 pies. Disfruta tocar la guitarra y siempre le ha gustado cantar. Ellie también se identifica con orgullo como miembro de la comunidad LGBTQ+. Alrededor de los 35 años se le diagnosticó asma. Aunque ella nunca haya fumado cigarrillos, sus padres fumaban y ella trabajaba como barman en un bar donde se permitía fumar. A Ellie le encantaba su trabajo, pero en 1990, comenzó a tener ataques de asma. Al principio no sabía qué le estaba pasando. “Tenía dificultad para respirar. Tenía sibilancias. ¡Fue espantoso!”.
Después de varias visitas al hospital y con la ayuda del médico, Ellie se dio cuenta de que sus ataques de asma eran desencadenados por las personas que fumaban en el bar donde trabajaba. Se vio forzada a elegir entre su salud y su trabajo. Para Ellie, la decisión era obvia. Renunció a su trabajo. Aunque nunca haya fumado, se dio cuenta de que el daño a su salud fue causado por inhalar el humo de segunda mano de las personas que fumaban a su alrededor. “Le encantaba lo que hacía y las personas de donde trabajaba. Pero cada vez que alguien me preguntaba si le podía dar cambio para comprar cigarrillos, sabía que iba a tener que aspirar más de ese humo. Todas las noches cuando iba a casa, tenía miedo de despertarme en medio de la noche sin poder respirar”.
Ellie tiene el recuerdo vivo de sus padres fumando cigarrillos a su alrededor durante toda su infancia. “Crecí en un hogar donde mis padres fumaban y no me gustó. No me gustaba el olor. Me acuerdo cuando nos íbamos de viaje que estaba encerrada en el auto con las ventanas cerradas, estaba tapada de humo. Tenía náuseas y me sentía enferma”, recuerda Ellie.
Ellie toca la guitarra y canta para sus amigos. Ella teme cantar en público porque tan solo una persona que fume cerca de ella podría desencadenarle un ataque de asma. “Mi preocupación de que una persona fumadora pueda desencadenarme un ataque me limita a dónde puedo ir y qué puedo hacer”, comenta Ellie.
Hoy Ellie vive con su pareja y trabaja en un ambiente libre de humo. No le da pena pedirles a las personas que no fumen cerca de ella, ya sean amigos, familiares o desconocidos. Aunque Ellie se siente mejor al no estar cerca del humo de segunda mano, todavía le preocupa encontrarse con un fumador en cualquier momento y que esto le pueda desencadenar otro ataque de asma. Además, está triste de haber tenido que dejar el trabajo que le encantaba. Ellie dice con un tono enfático, “Todas las personas se merecen trabajar en un ambiente libre de humo”.
Descargo de responsabilidad: Es posible que en este sitio encuentre algunos enlaces que le lleven a contenido disponible sólo en inglés. Además, el contenido que se ha traducido del inglés se actualiza a menudo, lo cual puede causar la aparición temporal de algunas partes en ese idioma hasta que se termine de traducir. Llame al 1-800-CDC-INFO si tiene preguntas, cuyas respuestas no ha encontrado en este sitio. Agradecemos su paciencia.
[Los enlaces a sitios web pueden llevar a páginas en inglés o español.]