Lo que debe saber
Aproximadamente 1 de cada 3 adultos en los EE. UU. con diabetes también tiene enfermedad crónica de los riñones (CKD, por sus siglas en inglés). Decidir qué comer puede ser un gran desafío. Los planes de alimentación para la diabetes y para la enfermedad crónica de los riñones comparten muchos de los mismos alimentos, pero tienen algunas diferencias importantes. Siga leyendo para saber sobre lo básico.
La alimentación para la diabetes
Una alimentación saludable para la diabetes es como una alimentación saludable para cualquier persona. Coma muchas frutas, vegetales, grasas saludables y proteína sin grasa. Coma menos sal, azúcar y alimentos con alto contenido de carbohidratos refinados (galletas dulces y saladas, y gaseosas, por nombrar algunos).
Su meta individual de carbohidratos se basa en su edad, nivel de actividad, medicamentos que toma y otros factores. Seguir su plan de comidas ayudará a mantener sus niveles de azúcar en la sangre en los valores deseados. Esto también prevendrá más daño a sus riñones.
La alimentación para los riñones
Con una alimentación para la enfermedad crónica de los riñones, evitará o limitará ciertos alimentos para protegerlos. Incluirá otros alimentos para darle energía y mantenerse nutrido. La alimentación específica para usted dependerá de si su enfermedad está en etapa temprana o tardía o si le hacen diálisis.
Los alimentos que debe limitar
Reduzca el consumo de sal/sodio. Con el tiempo, los riñones pierden la capacidad de controlar el equilibrio de sodio y agua. Menos sodio en su alimentación ayudará a bajar la presión arterial. También disminuirá la acumulación de líquido en su cuerpo, lo que es común en la enfermedad de los riñones.
Enfóquese en alimentos frescos y hechos en casa para controlar mejor la cantidad de sodio en sus alimentos. Coma solo cantidades pequeñas de comida de restaurante o envasada, que generalmente contiene mucho sodio. Fíjese que en las etiquetas nutricionales diga bajo en sodio (5 % o menos).
En una semana o dos, se acostumbrará a la comida con menos sal. Agregue sabores con hierbas, especias, mostaza y vinagres saborizados. No use sustitutos de sal a menos que su médico, o dietista o nutricionista digan que puede hacerlo. Muchos tienen niveles muy altos de potasio, lo cual posiblemente deba limitar.
Según la etapa en que se encuentre su enfermedad, quizás deba también reducir los niveles de potasio, fósforo y proteína en su alimentación. Muchos de los alimentos que son parte de una alimentación típica sana podrían no ser adecuados en la alimentación para la enfermedad crónica de los riñones.
El fósforo es un mineral que mantiene los huesos fuertes y otras partes del cuerpo sanas. Los riñones no pueden eliminar muy bien el exceso de fósforo de la sangre. El exceso de fósforo debilita los huesos y puede dañar los vasos sanguíneos, los ojos y el corazón. Las carnes, los lácteos, los frijoles, los frutos secos (nueces), el pan de grano entero y las gaseosas de color oscuro tienen alto contenido de fósforo. También se agrega fósforo a muchos alimentos envasados.
Los niveles adecuados de potasio mantienen el buen funcionamiento de los nervios y los músculos. En las personas con enfermedad crónica de los riñones, el exceso de potasio se puede acumular en la sangre y causar graves problemas en el corazón. Las naranjas, las papas, los tomates, el pan de grano entero y muchos otros alimentos contienen altos niveles de potasio. Las manzanas, las zanahorias y el pan blanco tienen niveles más bajos. El médico podría recetarle un fijador de potasio, que es un medicamento que ayuda a su cuerpo a eliminar el exceso de potasio.
Consuma una cantidad adecuada de proteínas. Consumir más proteínas de lo necesario hace que los riñones trabajen más y puede empeorar la enfermedad crónica de los riñones. Sin embargo, consumir muy pocas, tampoco es saludable. Tanto los alimentos de origen animal como los de origen vegetal contienen proteínas. Su dietista o nutricionista puede ayudarlo a determinar la combinación y las cantidades adecuadas de proteína que debe comer.
No use suplementos a base de hierbas
Los alimentos para la diabetes y la enfermedad crónica de los riñones
A continuación, le ofrecemos solo algunos ejemplos de alimentos que una persona con diabetes y enfermedad crónica de los riñones puede comer. Su dietista o nutricionista le puede dar más sugerencias y ayudarlo a encontrar recetas de comidas sabrosas:
- Frutas: frutos del bosque (como fresas, frambuesas, arándanos, moras), uvas, cerezas, manzanas, ciruelas
- Vegetales: coliflor, cebolla, berenjena, nabo
- Proteínas: carnes sin grasa (ave, pescado), huevos, mariscos o pescados sin sal
- Carbohidratos: pan blanco, bagels, panecillos para sándwich, galletas tipo cracker sin sal, pasta
- Bebidas: agua, gaseosas de dieta claras, té sin endulzar
Este es un ejemplo de cómo la alimentación para la diabetes y la alimentación para la enfermedad crónica de los riñones pueden funcionar bien juntas: si bebe jugo de naranja para tratar los niveles bajos de azúcar en la sangre, cámbielo por jugo de manzana o uva, que no dañan los riñones. Obtendrá el mismo efecto en su nivel de azúcar en la sangre, pero con mucho menos potasio.
La enfermedad crónica de los riñones en etapa tardía
Sus necesidades nutricionales cambiarán si tiene enfermedad crónica de los riñones en etapa tardía. Si le hacen diálisis, podría necesitar comer más, especialmente, más proteínas. Su apetito puede cambiar porque los alimentos saben distinto.
La diálisis filtra la sangre de la misma manera que lo hacen los riñones, pero no es tan eficaz como tener los riñones sanos. Se le puede acumular líquido en el cuerpo entre un tratamiento y otro. Puede que deba limitar la cantidad de líquido que bebe. Necesitará estar atento a si se le produce hinchazón alrededor de los ojos o en las piernas, los brazos o el estómago.
Sus niveles de azúcar en la sangre pueden, de hecho, mejorar con la enfermedad crónica de los riñones en etapa tardía. Esto podría suceder debido a cambios en cómo su cuerpo usa la insulina. Pero cuando le hacen diálisis, sus niveles de azúcar en la sangre pueden aumentar. Esto se debe a que el líquido usado para filtrar su sangre tiene un alto contenido de glucosa (azúcar). Será difícil predecir la cantidad de insulina y de otros medicamentos para la diabetes que necesitará, por eso, su médico lo vigilará de cerca.
Vea a su dietista o nutricionista
La enfermedad crónica de los riñones y la diabetes cambian con el tiempo, y también lo hará su alimentación. Asegúrese de visitar al dietista o nutricionista según las recomendaciones. Recibirá el apoyo y la confianza que necesita para manejar sus comidas, solucionar problemas y estar lo más sano posible.