Acerca de la rubéola

Puntos clave

  • La rubéola se propaga cuando una persona infectada tose o estornuda, y por lo general causa un sarpullido que primero aparece en la cara.
  • La rubéola es muy peligrosa durante el embarazo y para los bebés en gestación.
  • La mejor protección contra la rubéola es la vacuna contra el sarampión, las paperas y la rubéola (MMR o triple vírica).
Niña mirándose una curita en la parte superior del brazo izquierdo.

Lo que es

La rubéola es una enfermedad contagiosa causada por un virus. A veces a la rubéola se la llama "sarampión alemán", pero es causada por un virus diferente al del sarampión.

La enfermedad ya no es endémica (constantemente presente) en los Estados Unidos; pero la rubéola es común en otras partes del mundo. Todavía pueden traerla a los Estados Unidos las personas que se hayan infectado en otros países.

Signos y síntomas

La rubéola por lo general es leve, con pocos síntomas evidentes. En el caso de los niños que sí tienen síntomas, el primer signo suele ser un sarpullido rojo que aparece en la cara.

La mayoría de los adultos que contraen la rubéola tienen un caso leve de la enfermedad, con lo siguiente:

  • Fiebre baja
  • Dolor de garganta
  • Sarpullido que empieza en la cara y se extiende al resto del cuerpo.

Hasta un 70 % de las mujeres podrían presentar artritis como una complicación de la rubéola; esto es raro en los niños y los hombres.

Quiénes están en riesgo

Toda persona que no esté vacunada contra la rubéola está en riesgo de contraer la enfermedad.

La rubéola es muy peligrosa durante el embarazo y para los bebés en gestación. Si usted está en estado de embarazo y contrae la rubéola, puede pasársela a su bebé en gestación. Cuando un bebé nace con rubéola, esto se llama síndrome de rubéola congénita (CRS, por sus siglas en inglés).

La rubéola puede causar aborto espontáneo o defectos de nacimiento graves en un bebé en gestación. El síndrome de rubéola congénita puede afectar casi todo en el cuerpo del bebé en gestación.

Cómo se propaga

¡Alerte a los demás si tiene una infección por el virus de la rubéola!‎

Informe a sus amigos, familiares y personas con las que trabaja, especialmente las mujeres embarazadas, que tiene rubéola. Si su hijo o hija tienen rubéola, es importante que avise a la escuela o al proveedor de cuidados infantiles.

La rubéola se propaga cuando una persona infectada tose o estornuda. Las personas pueden contraer la enfermedad en otros países y traerla a casa.

Una persona con rubéola puede propagar la enfermedad a otras hasta 1 semana antes de que aparezca el sarpullido; puede seguir siendo contagiosa hasta 7 días después. Sin embargo, entre el 25 y el 50 % de las personas con rubéola no presentan ningún síntoma, pero aun así pueden propagársela a otras personas.

Si usted está en estado de embarazo y tiene la rubéola, puede pasársela a su bebé en gestación, lo cual causa un daño grave (en inglés).

Prevención

La rubéola se puede prevenir con la vacuna MMR. Esta vacuna protege contra tres enfermedades: el sarampión, las paperas y la rubéola.

Los CDC recomiendan que los niños reciban dos dosis de la vacuna MMR:

  • la primera dosis entre los 12 y los 15 meses de edad, y
  • la segunda dosis entre los 4 y los 6 años de edad.

Los adolescentes y los adultos también deberían estar al día con la vacuna MMR.

Esta vacuna es muy segura y eficaz. Una dosis tiene una eficacia de casi el 97 % para prevenir la rubéola.

Seguir leyendo: Rubella Vaccination

Rubéola a nivel global

La rubéola ya no es endémica (constantemente presente) en los Estados Unidos. Sin embargo, esta enfermedad sigue siendo un problema en otras partes del mundo. Todavía pueden traerla a los Estados Unidos las personas que se hayan infectado en otros países.

Tratamiento y recuperación

No existe un medicamento específico para tratar la rubéola o hacer que la enfermedad desaparezca más rápido. En muchos casos, los síntomas son leves. En otros, los síntomas leves se pueden controlar con reposo en cama y medicamentos para la fiebre, como acetaminofeno.

Si le preocupan sus síntomas o los de su hijo o hija, hable con el médico.