Viajeros internacionales
Cómo prevenir la exposición a la enfermedad de tuberculosis durante los viajes al extranjero
En muchos países, la tuberculosis es mucho más común que en los Estados Unidos. Los viajeros deben evitar tener contacto cercano o prolongado con personas que se sepa que tengan TB, en lugares cerrados donde haya mucha gente (p. ej., centros médicos, hospitales, prisiones y refugios para personas sin hogar).
Aunque haya casos de tuberculosis multirresistente (MDR) en todo el mundo, siguen siendo raros. Los viajeros con el VIH están en mayor riesgo de contraer la TB si entran en contacto con alguien con TB extremadamente resistente o TB pre-extremadamente resistente.
Los viajes aéreos de por sí implican un riesgo relativamente bajo de contraer la TB de cualquier tipo. Los viajeros que trabajarán en centros médicos, hospitales u otros entornos de atención médica donde probablemente se encuentren con pacientes con TB deben consultar con expertos en control de infecciones o salud ocupacional. Deben preguntar sobre los procedimientos administrativos y ambientales existentes para prevenir exponerse a la tuberculosis. Luego de haber implementado tales procedimientos, las medidas de prevención adicionales pueden incluir el uso de dispositivos de protección respiratoria personal.
Los viajeros que prevean tener contacto cercano o exposición prolongada a personas con TB deben hacerse una prueba cutánea o en sangre de la TB antes de salir de los Estados Unidos. Si la reacción da un resultado negativo, deben volver a hacerse una prueba entre 8 y 10 semanas después de haber regresado a los Estados Unidos. Además, podrían recomendarse pruebas anuales para las personas que anticipen tener exposiciones repetidas o prolongadas, o estadías largas de varios años. Debido a que las probabilidades de tener una respuesta reducida a las pruebas de TB son mayores en las personas con el VIH, los viajeros que tengan el VIH se lo deben avisar al médico.