Las tasas de muertes por sobredosis aumentaron de manera significativa en las personas de raza negra y las indoamericanas o nativas de Alaska en el 2020
Los aumentos recientes en las muertes los impulsó, en gran parte, el fentanilo fabricado ilícitamente
Declaración para los medios de comunicación
Embargado hasta la 1:00 p. m. hora del este. 19 de julio, 2022
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En el 2020, las tasas de muertes por sobredosis (número de muertes por sobredosis de drogas por cada 100 000 personas) aumentaron un 44 por ciento en las personas de raza negra* y un 39 por ciento en las personas indoamericanas y nativas de Alaska (AI/AN) en comparación con el 2019, según un nuevo informe de Signos Vitales de los CDC, que contiene datos de sobredosis de drogas de 25 estados y del Distrito de Columbia. Las tasas de muertes por sobredosis en otros grupos, específicamente las de las personas de raza blanca, cuyo aumento fue del 24 por ciento, también llegaron a altos históricos. Con el telón de fondo de la pandemia de COVID-19, las interrupciones en el acceso a los servicios de apoyo para prevención, tratamiento, reducción de daños y recuperación probablemente contribuyeron a este aumento en las muertes por sobredosis. Los recientes aumentos en las muertes en gran parte fueron impulsados por el fentanilo fabricado ilícitamente y los análogos de fentanilo (IMF, por sus siglas en inglés).
Entre los hallazgos clave sobre las muertes por sobredosis de drogas están:
- En el 2020, la tasa de muertes por sobredosis entre los hombres de raza negra de 65 años o más fue casi siete veces más alta que la de los hombres de raza blanca de 65 años o más.
- Las personas de raza negra de entre 15 y 24 años tuvieron el mayor aumento en la tasa (86 por ciento) en comparación con los cambios observados en otros grupos de edad o raciales durante el 2019 y el 2020.
- Las tasas de muertes por sobredosis en las mujeres indoamericanas y nativas de Alaska (AI/AN) de entre 25 y 44 años, fueron casi el doble de las de las mujeres de raza blanca de entre 25 y 44 años.
Además, el informe analizó las tasas de muertes por sobredosis según el acceso al tratamiento y la desigualdad de ingresos, los cuales continúan mostrando tendencias preocupantes y disparidades que se amplían entre los distintos grupos de población:
- Los antecedentes de consumo de sustancias fueron comunes, pero no lo fueron los antecedentes de recibir tratamiento para el consumo de sustancias. Solo aproximadamente 1 de cada 10 personas indoamericanas y nativas de Alaska, e hispanas, notificó haber recibido tratamiento para el consumo de sustancias; la evidencia de tratamiento fue todavía más baja en las personas de raza negra (1 de cada 12).
- Las tasas de sobredosis por opioides en el 2020 fueron más altas en las áreas con mayor disponibilidad de programas de tratamiento para el consumo de opioides en comparación con las áreas con menor disponibilidad de tratamiento, especialmente entre las personas de raza negra (34 frente a 17) y las personas indoamericanas y nativas de Alaska (33 frente a 16) por cada 100 000. La mayor disponibilidad de servicios de tratamiento no implica un mejor acceso a la atención. Las diferencias conocidas en cuanto al acceso, las barreras para los cuidados y la desconfianza en la atención médica pudieron jugar un papel en exacerbar las desigualdades, incluso cuando el tratamiento está disponible en la comunidad.
- En los condados con más desigualdad de ingresos, hubo mayores disparidades en las muertes por sobredosis, especialmente entre las personas de raza negra, en las que la tasa fue más del doble de alta en las áreas con mayor desigualdad de ingresos frente a aquellas con menor desigualdad de ingresos.
- En los condados con la desigualdad de ingresos más baja, las tasas más altas se presentaron entre las personas indoamericanas y nativas de Alaska.
“El aumento en las muertes por sobredosis y la ampliación de las disparidades es alarmante”, dijo la subdirectora principal interina de los CDC, la doctora Debra Houry, M.D., M.P.H. “Las muertes por sobredosis son prevenibles, y debemos redoblar nuestros esfuerzos para hacer que la prevención de las sobredosis sea una prioridad. Continuaremos apoyando y trabajando en colaboración con las comunidades como hacemos con el programa de los CDC Overdose Data to Action (OD2A). Proveer herramientas y recursos adaptados para combatir las sobredosis y abordar los factores de riesgo subyacentes en definitiva ayudará a reducir las disparidades en la salud y a salvar vidas”, agregó.
Las sobredosis de drogas son prevenibles. La creciente crisis de sobredosis, especialmente entre las personas de grupos de minorías raciales y étnicas, requiere esfuerzos de prevención, tratamiento, recuperación y reducción de daños que sean adaptados para promover la salud óptima para todos. Los profesionales de salud pública, proveedores de atención médica, encargados de formular políticas, y las comunidades, todos pueden cumplir un papel en la prevención de las muertes por sobredosis.
Hay tres cosas que podemos hacer para prevenir las muertes por sobredosis:
- Aumentar el acceso y reducir las barreras al tratamiento de comprobada eficacia y a los servicios de apoyo para la recuperación para todas las personas que tienen trastornos de consumo de sustancias y, cuando sea adecuado, incluir prácticas adaptadas culturalmente.
- Generar concientización acerca del fentanilo fabricado ilícitamente y del uso de múltiples sustancias (el uso de más de una droga), así como reducir el estigma acerca del tratamiento, la recuperación y la reducción de daños.
- Apoyar la reducción de daños mediante la expansión de la distribución y la educación acerca de la naloxona, el medicamento que salva vidas que puede revertir los efectos de una sobredosis, ampliar el acceso a los servicios de reducción de daños (es decir, distribución de naloxona, tiras de prueba de fentanilo y programas de servicios de jeringas), así como ampliar la educación acerca de los riesgos del consumo de sustancias en las poblaciones que han sido afectadas de manera desproporcionada.
Encuentre tratamiento para el trastorno por consumo de sustancias, incluido el trastorno por consumo de opioides
Si usted o alguien cercano a usted necesita ayuda para tratar un trastorno de consumo de sustancias, hable con su médico o llame a la línea nacional de ayuda de SAMHSA al 1-800-662-HELP, o visite la página de servicios de tratamiento de salud conductual de SAMHSA
Recursos adicionales:
- Centros de salud locales para el tratamiento del abuso de sustancias
- Localizador de proveedores que proporcionan tratamiento con buprenorfina (Buprenorphine Treatment Practitioner)
- Directorio del Programa de Tratamiento contra Opioides
- Cuadernillo para tomar decisiones “Decisions in Recovery: Treatment for Opioid Use Disorder”
Si tiene preguntas sobre algún medicamento, llame a la línea telefónica de ayuda para casos de intoxicación y envenenamiento del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los EE. UU. en el 1-800-222-1222.
988: La nueva línea de 3 dígitos para ayuda en casos de crisis y prevención del suicidio
La Red Nacional de Prevención del Suicidio ha cambiado su número al 988, un código para marcar de 3 dígitos, fácil de recordar, donde se provee apoyo emocional gratuito y confidencial para las personas en crisis suicidas o distrés emocional las 24 horas del día, los 7 días de la semana, en todos los Estados Unidos. Esta red nacional cuenta con más de 200 centros locales de atención de crisis, que combinan atención y recursos locales personalizados con estándares nacionales y las mejores prácticas.
*Las personas asiáticas o de las islas del Pacífico; indoamericanas o nativas de Alaska; de raza negra; y de raza blanca, no son hispanas; las personas hispanas pueden ser de cualquier raza.
Para obtener más información acerca de este informe, consulte www.cdc.gov/vitalsigns.
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DEPARTAMENTO DE SALUD Y SERVICIOS HUMANOS DE LOS EE. UU.
Los CDC trabajan a toda hora para proteger la salud y seguridad de las personas en los Estados Unidos. Ya sean enfermedades que comienzan en el país o en el extranjero, curables o prevenibles, crónicas o agudas, causadas por actividad humana o por un ataque deliberado, los CDC responden a las amenazas para la salud más apremiantes en los Estados Unidos. Los CDC tienen su sede en Atlanta y cuentan con expertos en todos los Estados Unidos y el mundo.