Señales de que su hijo tiene hambre o está lleno
Incluso antes de que su hijo pueda hablar, mostrará signos de hambre o saciedad usando sonidos y movimientos. El llanto suele ser un signo tardío de hambre. Identifique otros signos de hambre, que se enumeran a continuación, para poder darle a su hijo la leche materna o el biberón mientras sigue tranquilo. A medida que su hijo crece, desarrollará nuevos signos de hambre y saciedad. Comprender los signos de su hijo es importante para ayudarlo a saber cuándo y con qué frecuencia alimentarlo.
A continuación, se presentan algunos ejemplos de signos de hambre y saciedad que su hijo puede mostrar cuando es recién nacido hasta los 6 meses de vida y signos que su hijo puede comenzar a mostrar entre los 6 y los 24 meses de vida:
Del nacimiento a los 6 meses de vida
Su hijo puede tener hambre si:
- Se lleva las manos a la boca.
- Gira la cabeza hacia el pecho de la mamá o el biberón.
- Arruga los labios, hace ruido con los labios o se lame los labios.
- Tiene los puños cerrados.
Su hijo puede tener saciedad si:
- Cierra la boca.
- Aleja la cabeza del pecho de la mamá o el biberón.
- Relaja las manos.
Para obtener más información sobre cómo saber si su bebé tiene hambre o está satisfecho, mire este video (enlace solo en inglés) de la Academia Estadounidense de Pediatría (American Academy of Pediatrics).
De 6 a 24 meses de vida
Su hijo puede tener hambre si:
- Señala o estira los brazos hacia los alimentos.
- Abre la boca cuando se le ofrece una cuchara o alimentos.
- Se entusiasma cuando ve alimentos.
- Hace movimientos con las manos o hace sonidos para hacerle saber que todavía tiene hambre.
Su hijo puede tener saciedad si:
- Aleja los alimentos.
- Cierra la boca cuando se le ofrece comida.
- Gira la cabeza alejándose de los alimentos.
- Hace movimientos con las manos o hace sonidos para hacerle saber que está lleno.
Deje que su hijo decida cuánto quiere. No es necesario que su hijo termine un biberón o todo el alimento del frasco o del plato. El alimento no es una buena recompensa ni un buen castigo.
Hable con el médico o el personal de enfermería de su hijo si le preocupa lo mucho o poco que está comiendo.